La mayoría de nosotros hemos escuchado en alguna ocasión «se puso Botox en los labios», refiriéndose a la percepción de aumento en los mismos. Botox es uno de los nombres comerciales de la toxina botulínica. Sin embargo, la toxina botulínica no aumenta los tejidos ni se inyecta para voluminizar los labios, por lo que esta clase de afirmación es incorrecta.

Para definir las diferencias entre la toxina botulínica y el ácido hialurónico, primero es necesario conocer qué es y para qué sirve cada producto.

Existen actualmente tres marcas comerciales de Toxina Botulínica BOTOX, DYSPORT y XEOMIN.

La toxina botulínica es un principio activo biológico que bloquea las señales nerviosas hacia el músculo o glándula donde se inyecta. El bloqueo neuromuscular genera la relajación del músculo por algunos meses al no recibir por un tiempo la orden del nervio que luego vuelve a su función. Sin embargo en muchos casos después de no movilizarlo activamente el gesto se suaviza aunque ya haya pasado el efecto de la toxina.

La Toxina Botulínica trata las arrugas dinámicas, como por ejemplo las arrugas del entrecejo (ceño fruncido, gesto de enojo o disgusto o concentración solamente)

En medicina estética se emplea sobre todo en el tratamiento de las arrugas dinámicas o líneas de expresión de la mitad superior de la cara. Este tipo de arrugas se produce durante la gesticulación, por la contracción de los músculos faciales.
La arrugas que tratamos con mayor frecuencia son:
• Arrugas en el entrecejo, como las que aparecen al fruncir el ceño
• Arrugas en la frente, horizontales
• Patas de gallo

Antes de la infiltración, el médico -quien debe conocer en profundidad la anatomía muscular, vascular y nerviosa de la cara- estudia la expresión facial del paciente, tanto en movimiento como en reposo.
Una vez localizados los puntos a tratar, la toxina botulínica se infiltra mediante agujas muy finas, directamente en el músculo.

La toxina botulínica relaja los músculos inyectados, por lo que, al gesticular, se minimizan las arrugas. En nuestro centro buscamos resultados naturales; el objetivo no es paralizar sino suavizar su contracción, de forma que se mejoren las arrugas y al mismo tiempo el rostro siga expresando emociones.
La toxina botulínica suele aplicarse dos veces por año. Si bien desde el punto de vista farmacológico la toxina dura menos de seis meses, al haber permanecido relajado el músculo durante varios meses, la expresión sigue suavizada un tiempo más antes de recuperar totalmente su movilidad. Este período varía de una persona a otra. La duración disminuye por otro lado en zonas de permanente movilidad como las patas de gallo donde es inevitable que se formen las arrugas el elevar las mejillas durante la risa.

– Sabías que esos cordones verticales que se forman con los años en el cuello (platisma) se fortalecen con el tiempo tironeando la mejilla hacia abajo? La toxina permite relajarlos, dejando un contorno de cuello más suave y liso.
– El músculo depresor de las comisuras labiales también se puede relajar ayudando a elevar las comisuras.
– El mentón en “empedrado” con aspecto de celulitis se relaja con toxina.
– La sonrisa gingival, donde se muestran las encías se puede bajar y suavizar.
– La punta de la nariz se puede elevar un poco.
– La cola de cejas se puede levantar levemente sin tocar el resto de la cara.
– Las arruguillas del labio se pueden suavizar, relajando las fibras que arrugan el borde de los labios.
– Si fruncis la nariz en exceso cuando te reís (bunny lines) se puede mejorar.
– Si levantas la cola de cejas en exceso en un gesto simil Jack Nicholson podes suavizar el gesto.
– Se puede afinar el contorno facial relajando los musculos maceteros y además mejorando el bruxismo que tanto daño hace.

Conocemos la anatomía y tenemos las herramientas para embellecerte realzando lo que es lindo y suavizando lo que no te agrada: Como dicen habitualmente
SÓLO LO NECESARIO EN EL LUGAR JUSTO…