La carboxiterapia consiste en la aplicación subcutánea de dióxido de carbono (CO₂) medicinal de alta pureza con la ayuda de un equipo programable y automatizado con fines terapéuticos o estéticos. Afirma destruir las células de grasa, estimular el flujo sanguíneo, mejorar la elasticidad de la piel y reducir la apariencia de la celulitis.

El proceso consiste en la aplicación de micro inyecciones localizadas de CO₂ mediante un equipo diseñado especialmente para este fin. Dicho equipo se encarga de controlar la velocidad de flujo del gas (contenido en un tanque), la dosis administrada y el tiempo de inyección. La introducción del CO₂ se realiza por vía subcutánea, gracias a una fina aguja a la que llega el gas a través de un conducto flexible desde el equipo.
El gas debe ser de tipo medicinal anaeróbico con una pureza del 99,9%.

La duración de una sesión de carboxiterapia puede oscilar entre 30 y 60 minutos, dependiendo de qué áreas se vayan a tratar y cuántas de ellas en una sola sesión.

• Celulitis
• Flaccidez cutánea (muslo interno, brazos, rodillas, etc.)
• Atrofia de la piel
• Estrías
• Heridas
• Adiposidad localizada
• Ojeras
• Rejuvenecimiento periorbitario
• Rejuvenecimiento de genitales externos
• Tensado vaginal con mejoría de prolapsos leves y moderados.

Estas son las principales aplicaciones actuales. Con el uso médico sostenido de este procedimiento se van incorporando permanentemente nuevos protocolos ampliando las posibilidades terapéuticas con el mismo.