La aplicación de hilos tensores es un método de lifting no quirúrgico basado en la implantación de múltiples hilos delicados de PDO que se reabsorben a lo largo de un año aproximadamente, creando una red vectorial que actúa como soporte de los tejidos.
Estos hilos (mini threads), están fabricados con Polidioxanona (PDO), un material altamente seguro utilizado hace muchos años en técnicas de cirugía cardíaca, que actúa favoreciendo la cohesión de las células. Los hilos usados hace algunos años en estética eran más traumáticos por su efecto mecánico y algunos no eran reabsorbibles.
Estos hilos de PDO se implantan en la dermis profunda con la utilización de agujas de distintos grosores y longitudes, adecuadas a cada zona. Su aplicación acelera la microcirculación en la zona tratada, activa la regeneración de las células e induce un aumento en la síntesis del colágeno en forma prolongada durante 6 – 8 meses mientras los hilos se van reabsorbiendo lentamente, con el consiguiente efecto rejuvenecedor. La aplicación de los hilos tensores provoca un efecto de elevación inmediata, y mejora el aspecto de las pequeñas arrugas, los pliegues nasogenianos y la piel fláccida de la papada. El rostro se define y recupera su perfil sin modificar los rasgos del paciente.

El número de hilos usados varía en función de las condiciones de cada paciente. Generalmente se aplican unos 12 a 15 hilos por zona. Un tratamiento facial completo, incluido cuello, puede requerir entre 40 y 60 hilos. Su aplicación es rápida (30 a 60 minutos), segura y prácticamente indolora. En ocasiones pueden provocar una leve inflamación o algun hematoma en la zona, que remite en unos días. El paciente puede reincorporarse habitualmente a su vida cotidiana de forma inmediata.